En búsqueda y captura de las siglas MW
¿Será ella primera Master of Wine venezolana y la segunda sudamericana?
Querid@ coleccionista:
Todo el mundo tiene algo que contar y son las historias de las personas las que nos enganchan, nos seducen y nos inspiran.
Esto lo sabe bien Cristina Jolonch quien domina el arte de la entrevista como pocos lo hacen y actualmente en su podcast Quédate a comer, comparte maravillosas charlas de gastronomía y vida. Una barcelonesa que lleva más de treinta años escribiendo para La Vanguardia y que, como comunicadora gastronómica, es una de las profesionales más admiradas en el sector. Además de ser la presidenta de The World’s 50 Best Restaurants para España y Portugal, está a la cabeza de la sección digital Comer de La Vanguardia, ha publicado libros, ha creado medios de comunicación, ha codirigido documentales y ha promovido iniciativas sociales, proyectos, todos ellos, que siempre han girado en torno al mundo de la gastronomía.
Escuchar los consejos de alguien como Cristina ha sido otro de los regalos que me ha ofrecido el máster en comunicación y periodismo gastronómico de The Foodie Studies. Si tener a “la Jolonch” de profesora es todo un lujo, poner en práctica su sabiduría en el género periodístico donde ella es la reina, ha sido un challenge estupendo.
Intenta saberlo todo de la persona a la que vas a entrevistar.
Escucha.
Sé honest@ y empátic@ pero no complaciente.
Con los tres tips principales de Cristina en mente, no tenía duda de que mi persona ideal para charlar sobre vino y vida era @gabymeetswine, una futura Master of Wine que unos años dará mucho que hablar:
Gabriela di Nardo, Gaby para los amigos, es una venezolana que actualmente vive en Barcelona y trabaja como educadora de vinos. No creció vinculada al mundo del vino, pero sí a la cocina de Venezuela y a sus exóticas frutas y especies que fueron las que despertaron la curiosidad tanto de su olfato como de su paladar. Estudió turismo en Venezuela, pero la inestabilidad política del país la llevó a mudarse a Houston, Texas, donde siguió ampliando sus conocimientos en la restauración y la dirección de caterings. Fue en 2014 cuando, habiendo descubierto su pasión por el mundo del vino, se vino a Barcelona para estudiar Sumillería. Con el título de sumiller bajo el brazo, su primer trabajo en la industria del vino fue en Freixenet para después dar el salto a la bodega de Klaus Peter Keller, en Alemania. Una vez de vuelta a la ciudad condal y después de su paso por una tienda de vinos, empezó a ejercer como freelance del vino y formadora de los cursos del WSET. Su afán de conocimiento la ha llevado a empezar este año con los estudios del Master of Wine y su objetivo es convertirse la primera venezolana en colocar las siglas MW detrás de su nombre.
Gaby, ¿me podrías explicar cuál ha sido el camino que has recorrido antes de entrar al Instituto de los Master of Wine?
Después de graduarme en Sumillería en Barcelona me di cuenta de que conocía muy poco del mundo del vino en el sentido de que mis conocimientos eran muy globales, pero me faltaba profundizar en el servicio, en la elaboración del vino, en la viticultura, etcétera. En ese momento me surgió la oportunidad de irme a Alemania y allí conseguí mi primer trabajo en una bodega. Aquel puesto me abrió la mente y me hizo entender que lo que yo había aprendido en dos años de estudios no era nada comparado con todo lo que me quedaba por aprender y algo dentro de mí me empujaba a seguir ampliando mis conocimientos. Volví de nuevo a Barcelona y mientras trabajaba en una tienda de vinos, decidí empezar a estudiar el nivel tres del WSET porque me gustaba la idea de que fuera una certificación reconocida internacionalmente. Del nivel tres pasé al diploma y ahí es cuando me di cuenta de que lo que verdaderamente me gustaba era la posibilidad, que el diploma me ofrecía, de dedicarme a la docencia. Una vez obtenido ya el diploma, presentar entonces mi solicitud para acceder al The Institute of Masters of Wine me pareció lo más coherente para poner la guinda a todos mis años de formación.
¿Tienes algún Master of Wine que haya sido tu referente desde el momento que decidiste enviar tu solicitud de acceso? ¿Alguna persona que hayas tenido en todo momento en mente y cuyos pasos has querido seguir?
A nivel mundial Jancis Robinson ha sido mi gran referencia por todo lo que ha hecho, no solo como Master of Wine, sino como mujer, desde sus inicios en la industria del vino. Una inspiración para muchas personas y concretamente para muchas mujeres. En general, si pienso en todos los Master of Wine que he tenido la suerte de ir conociendo, lo que a mí más me ha llamado la atención es la humildad que todos ellos comparten y su predisposición a compartir sus conocimientos para así fomentar la cultura del vino a través de su trabajo. Más allá de la idea, que se suele tener, de profesionales que lo saben todo, la realidad es todo lo contrario ya que nunca los verás alardear de toda la formación que tienen. De hecho, a mí me está sucediendo que a medida que estudio más y más sobre vinos, tomo consciencia de la cantidad de cosas que todavía me quedan por aprender llegando incluso a sentir en determinadas ocasiones el síndrome del impostor. Debo citar también a otros dos Master of Wine en los que me he fijado mucho, además de Jancis Robinson. Ellos han sido David Forer, mi mentor, y Marina Gayan, quien en 2003 se convirtió en la primera mujer Master of Wine de Sudamérica y única hasta día de hoy. Siendo yo venezolana, Marina, para mí es un gran referente.
Cuéntame, ¿la figura del mentor, en tu caso David Forer, es imprescindible para poder acceder al Instituto de los Master of Wine?
Sí lo es y a mí me gusta decir que Dave se ha convertido en mi guía espiritual con el paso del tiempo. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo conocí en una tienda de vinos en la que trabajé y me dijo que era un Master of Wine. El respeto que él me daba se transformó en admiración cuando me pidió que fuera yo la que le recomendara los vinos cuando él viniera a comprar… A lo largo de los años la presión que yo sentía acabó convirtiéndose en una bonita amistad y su carta de recomendación me ayudó a poder empezar a estudiar en el Instituto.
¿Podrías detallarme los requisitos que son necesarios para presentar la solicitud de acceso?
Son varios puntos: Debes tener una formación oficial en vinos y es recomendable realizar los cursos del WSET hasta llegar al nivel del diploma. Si cuentas con una formación superior en enología o en viticultura, también puede ser válida. Tu experiencia profesional en el mundo del vino debe ser de un mínimo de 3 años continuos y que tu principal empleo esté en este sector en el momento de presentar la solicitud de acceso. También es necesario redactar una carta de motivación explicando la razón por la que deseas cursar los estudios, además de tus objetivos como futuro Master of Wine. Por último, se te pide que un mentor, que ya sea Master of Wine, respalde tu candidatura con la carta de recomendación que antes comentaba. Una vez enviada toda la documentación, se te confirma si cuentas o no con los estándares mínimos de acceso y a partir de ahí es cuando realizas un examen de cata y luego debes escribir un breve ensayo acerca de una pregunta teórica que se te plantea sobre cualquier temática relacionada con el vino.
¿Sabes cuál es el tiempo medio en el que un estudiante del Master of Wine tarda en finalizar los estudios?
El mínimo son tres años, pero por lo que yo sé, muy pocas personas han logrado finalizarlos en 3 años. La media está en unos cinco años y, si no recuerdo mal, el máximo permitido para acabar es de ocho años, pero esto debería consultarlo. En realidad, el funcionamiento es por intentos. Por ejemplo, si yo ahora, que me encuentro en el primer nivel, no aprobara el examen que acabo de realizar hace unas semanas, tendría tan solo una oportunidad más. Si aun así no aprobara a la segunda, debería salir del Instituto y esperar dos años para volver a presentar la solicitud de acceso. Sin que haya pasado este tiempo, no es posible volver a aplicar.
¿Cuántas horas al día estudias?
Depende mucho de cómo de próximo esté el examen, pero intento, por lo menos, dedicarle unas cuatro horas al día repartidas de distintos modos. Como todos los estudiantes amplío el número de horas cuando la fecha se acerca.
¿Combinas la formación teórica con las visitas a bodegas?
Más que visitar bodegas yo intento hablar con muchas personas y la tecnología me ha facilitado mucho este proceso. Con un simple e-mail y una posterior videollamada, puedo entrevistar a un elaborador que se encuentra en la otra punta del mundo. Es cierto que, si eres alguien que, previamente a acceder a estos estudios, no ha tenido la oportunidad de visitar distintas regiones vitivinícolas o de probar una amplia gama de vinos, necesitarás hacer este trabajo adicional para poder estar a la altura de los conocimientos generales de los otros compañeros de estudios.
¿Formas parte de algún grupo de cata junto otros estudiantes que cursan el Master Wine?
Los grupos de catas son siempre complicados porque depende de dónde tú residas, de tu trabajo e incluso de tu poder adquisitivo. Grupo de cata como tal yo no tengo y supongo que es porque cuando empiezas el Master of Wine te sientes bastante solo al cursar estos estudios. En España existe un grupo importante de estudiantes de Master of Wine, casi todos ya en el segundo año, con los que espero poder empezar a catar, ahora que ya estoy un poco más familiarizada con todo el funcionamiento. Lo que sí tengo es dos grupos de estudio para la teoría, uno aquí en Europa y el otro en Estados Unidos, que me permiten abarcar mucho más, en mucho menos tiempo, accediendo a información de distintos profesionales de ámbitos muy diversos en el mundo del vino. Somo seis personas por grupo y en una sola sesión podemos compartir seis temas que cada uno ha trabajado por su cuenta sin perder tiempo al preparar los seis temas de manera individual.
¿El Instituto de los Master of Wine os organiza viajes a los estudiantes?
Efectivamente son muchas las organizaciones que, a través del Instituto, montan viajes y experiencias para aquellos que estudiamos el Master. Burdeos, por ejemplo, es uno de los destinos en los que yo he participado, pero también está Oporto que, aunque no pude asistir, otros compañeros lo visitaron este año. Distintos Masters of Wine preparan y dirigen además catas en distintas zonas del mundo que sirven de entreno para el examen al seguir su misma estructura.
¿Ahora mismo, te estás preparando ya para tu próximo examen?
Como te avanzaba, justo hace un par de semanas hice el primer examen. Más que un examen como tal, es una evaluación que te hacen en el primer año para saber si tienes la capacidad de acceder al segundo año. Si paso este primero; lo sabré en septiembre, entonces empezaré a prepararme para el segundo que no será hasta junio del año que viene.
¿Podrías explicarme en qué consiste el examen del segundo año?
Son cuatro días de examen. Tienes tres papers de cata, uno con doce vinos blancos, otro, al día siguiente, con doce vinos tintos y el tercero con doce vinos que son una mezcla de cualquier tipo; pueden ser espumosos, doce tintos de nuevo, pueden ser fortificados, rosados o todos distintos. Y luego están los papers de escritura con temas también muy distintos entre sí, desde la viticultura, la enología, el embotellado, el packaging, el comercio del vino, etc.
¿Sabes ya si deseas especializarte en alguna temática concreta dentro del Master of Wine? Es decir, ¿has decido hacia donde te quieres dirigir una vez obtengas la titulación en unos años?
La verdad es que creo que estos años van a ser un proceso de descubrimiento. Por ejemplo, jamás hubiera pensado que las enfermedades del viñedo o las cubiertas vegetales me iban a interesar tanto y son cosas que me están fascinando. A medida que vas profundizando en temas en los que nunca habías profundizado, van surgiendo nuevas pasiones. Si bien hay personas que inician el Master of Wine siendo ya viticultores o enólogos con trabajos muy específicos, yo, que me quiero dedicar a la educación, necesito un conocimiento más global. Pero bueno, ¿quién sabe si en unos años estoy acabaré cultivado un viñedo o elaborando vino en algún lugar del mundo?
Entiendo que una vez conseguidas las célebres siglas MW, las oportunidades profesionales se amplían de un modo muy importante, ¿es así?
Así es. Aunque el Master of Wine no es en realidad no es una certificación educativa oficial, sino un grupo de personas que pertenecen a una organización, el hecho de pertenecer a este grupo exclusivo te abre muchas puertas en la industria del vino.
Las dos siglas que puedes añadir a tu nombre una vez obtenido el título, otorgan una autoridad reconocida y respetada en este sector, es decir, tu opinión tendrá valor porque estará fundamentada en un conocimiento muy profundo que has necesitado adquirir para llegar a ser Master of Wine. Me atrevería a decir que más que las oportunidades profesionales que se te presentan, tu acabas convirtiéndote en tu propia empresa y esas oportunidades las creas tú. Desde ofrecer consultoría o formación, hasta ejercer como crítico, llevar un viñedo o comercializar vino son solo algunos de los ejemplos que ahora mismo se me ocurren.
¿Tienes alguna zona vinícola que haya pasado a estar entre tus favoritas a raíz de cursar el Master of Wine y a la que antes le prestabas menos atención? ¿Alguna zona que te haya como robado el corazón?
Esta pregunta es siempre difícil de responder. Me ocurre lo mismo cuando me preguntan a menudo cuál es mi vino preferido y siendo yo alguien que ama el vino ese, no sé qué contestar. Si bien mis zonas vinícolas preferidas se siguen manteniendo, creo que me falta mucho por descubrir. Yo soy muy fan de Alemania y de sus vinos ya que me fascinan los rieslings. Soy también una enamorada de la Borgoña y de sus pinot noir, pero creo que una de las zonas que he conocido en profundidad, gracias al Master of Wine, y que me ha cautivado ha sido Burdeos. Siento que siempre existe esa división entre sí se es más de Burdeos o de Borgoña y yo misma pensaba que era de Borgoña. No hace mucho que tuve la oportunidad de visitar bodegas increíbles y de probar vinos todavía más increíbles en Burdeos y te diría que es esa región la que ahora mismo me ha robado el corazón.
Y ya como última pregunta, Gaby, si tuvieras que dar un consejo a alguien que está empezando en el mundo del vino, ¿qué le dirías?
Lo tengo claro y es que sea siempre persistente y que, si se equivoca, no se detenga y continúe. Es importante también siempre estar abierto a aprender a diario y escuchar. Ser consciente de que este es un mundo en el que se disfruta un montón pero que al mismo tiempo se tiene que estudiar mucho y que, por lo tanto, deberá tener paciencia. Para acabar, algo importante y es que no se olvide de disfrutar el camino enfocándose solamente en la meta, es decir, catar sí, pero disfrutar también.
Querid@ coleccionista, si como le sucedía a Gaby, tú también estás convencid@ de que eres más de Borgoña pero algo te dice que todavía te queda mucho por descubrir de los vinos de Burdeos, te invito a que eches un vistazo aquí.
¡Salud!
Cris
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